Salvado de las aguas, la génesis del texto novelesco
Esta obra de la narrativa peruana nos muestra al escritor Librado Orozco con su estilo narrativo aferrado a la tierra con su historia, sus tradiciones y sus costumbres para darnos un paseo por la vida peruana de su tiempo. Con esta obra el lector que no conoce al Perú con sus pueblos y provincias termina recorriendo palmo a palmo a Piura, a Paita, San Miguel, Sullana, Tangarará, Tumbes y otros pueblos peruanos que conforman el ambiente donde se desplazan los personajes de una obra cultivada con gran conocimiento de su geografía.
Y es que Librado Orozco se esmeró con su estilo narrativo en decorar su obra maestra con una forma de relatar amena donde combina la narración y el diálogo para contar la historia de su pueblo utilizando un estilo novelístico donde el lenguaje con sus palabras de alto nivel lingüístico se cruzan con vocablos pueblerinos para hacer una radiografía de la cotidianidad de su gente.
Sin dudas que Orozco manejó con acierto los recursos literarios como la humanización, el símil, la metáfora y la adjetivación para darnos una idea generalizada de la magia como se tejen sustantivos, adjetivos y verbos de movimiento para dar un carácter cinético a su obra “Salvado de las aguas”.
El uso de elementos del enciclopedismo lo muestra el autor para dar consistencia a su novela cuando utiliza elementos de obras como Don Quijote de la Mancha, El Lazarillo de Tormes, el Guzmán de Alfarache y las obras del Siglo de Oro español para plagar de cultismos la literatura de su creación. Y hace mención a pasajes de obras como Oliver Twist de Dickens, El extraño caso del Doctor Jekyll y el Señor Hyde.
En cuanto a los personajes describe los valores humanos y la personalidad de cada uno de los protagonistas resaltando sus bondades como seres humanos al mostrar a Eduardo Ocaña y a Librado Ocaña Córdova, a Eduardo Ocaña, Irene, Edward Drew, Isabel Córdova, Amparo Bancayán, Zenón Vásquez, el sacerdote Wenceslao Hurtado, Don Telmo, Doña Mica, Josefo, Librado hijo y Menandro con sus virtudes y defectos sin esconder nada de su personalidad.
El capítulo de la explotación petrolera y lo que significó para Perú lo narró el autor Librado Orozco con una extraordinaria maestría que habla del conocimiento perfecto del tema que trató de manera quirúrgica para demostrar la influencia de estas trasnacionales en el desarrollo y crecimiento de estos pueblos y donde la crudeza y la crítica elegante desvisten con sumo cuidado la penetración de esas avanzada inglesas y norteamericanas en Latinoamérica y que en Venezuela nuestro Rómulo Gallegos lo hizo en “Sobre la misma tierra” una de sus obras maestras que tuvo gran influencia literaria en una novela donde la crítica social retumbó en el alma venezolana de la época.
El tema gastronómico que el escritor Librado Orozco maneja con gran propiedad también fue tocado con mucha sabiduría lo que deja enseñanzas importantes para los interesados en cultivar conocimientos sobre la materia y que ya hemos escuchado en ponencias realizadas en la isla donde Librado se mueve como pez en el agua en esa temática.
No deja Librado Orozco de tocar la parte política y los hace muy elegantemente cuando compara el fútbol con el rugby como los deportes que se practicaban en el campo petrolero. Y sus personajes señalaron que el fútbol es un deporte practicado por rufianes y el rugby es un deporte de rufianes practicado por gentlemen. Esta es una muestra de la relación del deporte con la política. Ahí en esa materia señala Orozco que los dictadores son una mezcla de armadores y conductores y a la vez de histriónicos y mitómanos. Y va más lejos cuando en boca de su personaje Eduardo Drew señala “Un jugador que tenga esa doble virtud es un monstruo en la vida y eso lo vemos en los líderes de los regímenes fascistas de estos tiempos”.
La temática del diluvio como elemento bíblico al que alude la obra en su primer capítulo lo describe el narrador como la importancia que tienen las inundaciones periódicas para el agro y para las ciudades en el norte del Perú ha marcado por siempre la vida de estos pueblos. El agua no solo es un ícono de la vida del planeta, sino que a Isabel Córdova la golpea una ola para acelerar el nacimiento de Eduardo Ocaña su hijo.
Uno de los personajes principales de la obra Eduardo Ocaña hijo y su ascenso social demuestran que tener dinero les permite a los ciudadanos estudiar derecho en Lima y su viaje a Inglaterra a especializarse refleja que los negocios realizados con empeño y tesón dan sus frutos a la hora de cultivar la formación de la familia. Esa es una muestra que en estos pueblos tener dinero es una gran ventaja a la hora de escalar posiciones sociales y de estudiar en las grandes casas de estudios.
El mismo nombre de la obra “Salvado de las aguas” es un juego semántico que alude a la sinonimia entre dos sustantivos “Librado” y “Salvado” que tienen un mismo significado que pone al lector a reflexionar sobre ese juego de palabras que termina siendo una metáfora de la vida peruana.
En esta novela “Salvado de las aguas” el narrador describe con lujos de detalles los altos y los bajos de la vida de un personaje del común del pueblo peruano Eduardo Ocaña a quién usa como excusa para contar los episodios sociales del Perú del siglo XX.
En estas 351 páginas de la novela “Salvado de las aguas” el narrador lleva de la mano a los lectores por los distintos pueblos del Perú en una cátedra magistral de historia y geografía para no abandonar nunca a sus interlocutores, pues la magia narrativa consiste en mantener agarrados a sus lectores para que no abandonen la lectura en medio de la tempestad. Ese el secreto de un gran narrador que usa la palabra como la conexión fundamental que produce ese casamiento de velos y coronas con el creador de la obra.
El humor y la gracia del costumbrismo utilizado por Librado Orozco facilitó que las tres generaciones de Ocañas dibujados en Librado, Eduardo y su hijo Librado le permitió al autor hacer una crónica familiar muy bien tejida en su extensa diagramación.
Así fue dibujando Librado Orozco su obra maestra que le dio a Perú un tratado del lenguaje para que los investigadores acudan a esa novela como una fuente del conocimiento en la historia, la cultura, la gastronomía, la botánica, los deportes, el petróleo, la educación y el propio ser humano como una fuente del saber para analizar los valores de una sociedad atrapada en sus propias miserias.
Sin dudas que Librado Orozco aprovechó la obra “Salvado de las aguas” para realizar críticas importantes a la sociedad de la época y para demostrar el amor por su tierra en una obra esculpida con detalles para elevar el valor de cada uno de sus personajes y en medio de ese mundo de colores realizar profundas críticas sociales y políticas con un estilo inigualable que lo conceptúan como un escritor con argumentos para formar parte de los grandes de la literatura peruana.
La alta valoración de la obra “Salvado de las aguas” forma parte de una generación de nuevos escritores que retando las leyes de la gravedad literaria peruana con sus mitos y leyendas, se atrevió a danzar con su pluma retando al mundo y soñando con trascender en el complejo mundo de la narrativa moderna.
Ese micro mundo creado por Librado Orozco es un ambiente que existió en el Perú y al autor solo le bastó con poner a los personajes en el papel y dejarlos llevar por la corriente de las aguas como si fueran recorriendo ríos y mares en una travesía mágica que llevó a los Ocañas de las tres generaciones cabalgando las aguas y soñando con el futuro de su país.
Para concluir un extracto textual de la novela “Salvados por las aguas”
“La manía del fútbol es como una de esas quebradas que aparecen de vea en cuando por estas tierras. Al principio uno no les hace caso, hasta parece bien que venga tanta agua a estos parajes tan secos; pero luego esas quebradas crecen más.
Su corriente se hace más fuerte y si no sales de esas aguas a tiempo ya no te puedes librar de ellas”.
Tuve el honor de compartir como panelista en la UCAB, Caracas un Conversatorio “La tesis del texto novelesco en “Salvado de las aguas” del escritor peruano Librado Orozco y fue una experiencia extraordinaria. En ese espacio dirigido a estudiantes de la Escuela de Letras de la UCAB estuvo presente su autor, la profesora de la UCAB Esther Mobilia, el Cónsul de Perú en Puerto Ordaz, Jorge León y éste cronista de Nueva Esparta y pudimos intercambiar posiciones sobre la historia de Perú en el siglo XX, sobre el lenguaje, la agricultura, el fenómeno El Niño, las costumbres, las tradiciones, el humor, el elementos lúdico, la experiencia petrolera y las costumbres de una nación donde la diferenciación de clases y el ascenso social eran factores importantes para ese momento.