Al menos tres personas han muerto y otras tres están desaparecidas como consecuencia del ataque masivo con misiles y drones lanzado por Rusia contra numerosas regiones de Ucrania.
Según el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, han sido casi 90 misiles y más de 60 drones Shahed dirigidos contra centrales y líneas de transmisión eléctrica, una central hidroeléctrica y edificios residenciales.
“Es importante entender el coste de los retrasos y las decisiones aplazadas”, dijo Zelenski en su cuenta de Telegram, después de dar el pésame a los fallecidos en el ataque, en referencia a la petición que este miércoles realizó al Consejo Europeo de más sistemas de defensa aérea para proteger mejor todo el territorio ucraniano de los ataques rusos.
Por su parte, el ministro de Energía, German Galushchenko, ha asegurado en sus redes sociales que el de esta madrugada es el ataque más grande lanzado recientemente por Rusia contra el sector energético ucraniano.
“El enemigo está llevando a cabo el mayor ataque reciente contra la industria energética ucraniana”, escribió Galushechenko a primera hora de la mañana del viernes. El ministro agregó que “el objetivo” ruso “no es sólo dañar, sino intentar provocar de nuevo un colapso a gran escala del sistema energético del país”.
Galushchenko informó de cortes de electricidad en varias regiones del país como consecuencia del ataque. Una de las zonas afectadas es la ciudad nororiental de Járkov, cuyas autoridades han informado de que la urbe se ha quedado sin luz.
Además, las autoridades han confirmado que uno de los proyectiles ha impactado en la mayor central hidroeléctrica de la región de Zaporiyia, en el sureste de Ucrania.
Según la empresa encargada de esta instalación, Rusia busca “crear un nuevo desastre ecológico” golpeando las infraestructuras de la central y la presa de la que se alimenta con agua.
Ucrania está recibiendo electricidad de Rumanía, Eslovaquia y Polonia para mantener el suministro tras el ataque masivo a su sistema energético.
Ucrania destruye 55 drones y 37 de los misiles lanzados
Las explosiones se registraron después de que la Fuerza Aérea ucraniana informara de la detección de misiles de crucero y balísticos rusos que se dirigían a territorio ucraniano bajo control de Kiev.
Las defensas ucranianas lograron destruir 55 de los 63 drones kamikaze Shahed y 37 de los 88 misiles de distintos tipos lanzados por Rusia, según el balance de la Fuerza Aérea de Ucrania.
“Durante la madrugada del 22 de marzo, el enemigo lanzó un ataque aéreo combinado contra infraestructuras críticas en Ucrania”, se lee en el parte militar de Kiev, que informa de que Rusia utilizó, entre otros tipos de proyectiles, 7 misiles hipersónicos Kinzhal y 12 misiles balísticos Iskander-M en el ataque.
Las defensas aéreas ucranianas derribaron 35 de los 45 misiles de crucero disparados por Rusia, pero no pudieron interceptar ninguno de los Kinzhal ni de los Iskander-M.
Ucrania puede interceptar misiles balísticos e hipersónicos como el Kinzhal en Kiev, pero es vulnerable a este tipo de armamento ruso en casi todo el resto del país.
Rusia responde con 49 ataques a las incursiones ucranianas
Además, Rusia ha lanzado durante la última semana 49 ataques de represalia por las incursiones ucranianas en las regiones fronterizas de Bélgorod y Kursk.
“Del 16 al 22 de marzo, en respuesta a los bombardeos de nuestros territorios, los intentos de incursiones y de toma de localidades fronterizas rusas, las Fuerzas Armadas de Rusia lanzaron 49 ataques de represalia con armas de largo alcance de emplazamiento aéreo, incluyendo misiles hipersónicos Kinzhal y drones”, informó hoy el Ministerio de Defensa ruso en su parte de guerra diario.
El departamento castrense indicó que a consecuencia de los ataques fueron alcanzados “centros de toma de decisiones del Ejército ucraniano, aeródromos, talleres de reparación de armamento, almacenes de drones aéreos y náuticos, bases de abastecimiento y zonas de emplazamiento de militares ucranianos y mercenarios extranjeros”.
Rusia lleva varios días informando a diario del derribo de drones y misiles en regiones fronterizas con Ucrania, en particular en la de Bélgorod, donde ha sufrido varias incursiones de milicias de voluntarios rusos que luchan en el bando ucraniano.
Durante los últimos diez días al menos 21 civiles rusos han perdido la vida a consecuencia de estos ataques.
EFE