La lucha política ha continuado en el país en un juego estratégico de lado y lado. El régimen movió sus fichas para inhabilitar a María Corina Machado sin razón y solo fundamentado en ficciones legales que no existen en el plano de la realidad. Pero con el manejo de los órganos de poder pudo sacar del juego a la candidata con mayor sintonía con la gente. No pensó el gobierno que iba a perder en 25 años el amor del pueblo y eso ocurrió cuando la gente empezó a ver que sus problemas económicos y sociales no fueron satisfechos por el gobierno. Por eso la gente buscaba un líder que aglutinara el sentimiento del pueblo, aquel que un día Chávez tuvo en sus manos por largo rato.
Así es la política y no es fácil mantener la conexión con el pueblo por tanto tiempo y aun cuando las políticas del gobierno han sido manejadas con precisión llegó el momento que la gente se cansó de sufrir tantas calamidades. Por eso cuando María Corina con su forma dura de hacer política tomó las banderas de los beneficios sociales que Chávez uso en el pasado se convirtió en la líder emergente que es aclamada por el pueblo en todos los espacios del país.
Un liderazgo que rompió las barreras de los obstáculos y escaló posiciones importantes entre los ciudadanos cansados de 25 años de aciertos y errores. Por eso el 22 de octubre en las primarias la líder venezolana se cubrió de gloria al sacar 3 millones de votos que rebasaron las expectativas de muchos incrédulos y encendieron las alarmas de los organismos oficiales que la sacaron del juego electoral al inhabilitarla para optar a la Presidencia de la República. No valió para nada el Convenio de Barbados porque al gobierno no le interesaba que María Corina participara en elección alguna porque no tienen fuerzas electorales para ganarle a quien tiene el timón de mando en la conexión con la gente. Quizás un liderazgo que supera la fuerza de Carlos Andrés y el liderazgo de Chávez que fueron las referencias políticas que la antecedieron en el ciclo histórico de la popularidad nacional.
Por eso la sacan del juego en momentos cuando no era posible doblegarla electoralmente, pero como peor es el remedio que la enfermedad, vinieron las jugadas en el tablero y recordamos lo que le dijo el Presidente Lula a María Corina cuando visitó Venezuela al asomarle que buscara un candidato sustituto para mover los votos en el país. A pesar de responderle con dureza a Lula Da Silva creo que entendió la líder de la oposición que su única jugada era ponerse detrás de un candidato para jugar a la ecuación de llevar sus votos al destino presidencial con la fuerza de su liderazgo. Ahí es donde aparece Corina Yoris como una jugada perfecta que fue apartada por el régimen por no estar inscrita entre los candidatos y no poder accesar a la página del CNE. Esa jugada fue abortada con habilidad por los cerebros del proceso y casi inmediatamente apareció la figura de la Unidad Nacional después de varios días de escarceos.
Los partidos de la PUD recibieron a María Corina y Rosales en un encuentro donde se encontraron los dos líderes y apostaron a la salvación de Venezuela al levantar la mano de Edmundo González Urrieta que fue apoyado por todas las fuerzas políticas en un ejemplo que deben seguir los candidatos que entre todos no llegan al 1%. Por eso cuando Rosales da el paso importante ante los partidos de la unidad democrática se elevó ante la posibilidad de salvar a Venezuela y ese modelo debió servir de ejemplo a Ecarri, Alvarado, Bernabé, Bertuchi, El Conde, Claudio Fermín, Leocenis y todos los que quedaron como simples payasos en una lucha grande donde los más importante es Venezuela.
Todavía no ha terminado el juego y vienen jugadas importantes de lado y lado antes del 28 de julio, pues ahora cuando no pueden sacar de carrera a Edmundo González que va con la tarjeta de la manito se le pone el maíz bien caro a quienes creyeron que ya tenían el mandado hecho. El país consiguió una ruta electoral porque la gente sabe que es el momento de cobrar con los votos de la gente.