Caso Alves: Los Mossos consideran que los vídeos avalan “completamente” la versión de la víctima

Los Mossos d’Esquadra han confirmado este martes que las imágenes de las cámaras de seguridad de la discoteca Sutton de Barcelona “corroboran completamente” la denuncia de la joven que acusa a Dani Alves de violación, caso por el que la Fiscalía le pide nueve años de prisión.

En la segunda sesión del juicio a Alves en la Audiencia de Barcelona han comparecido este martes una decena de agentes de los Mossos, que han testificado que cuando atendieron a la víctima estaba en “shock”, se “derrumbaba” cuando daba detalles de la violación y se resistía a denunciar porque temía que no la creyesen o que se difundiera su identidad, mientras les dejó claro que “no quería dinero, solo justicia”.

Una de las agentes que tomo declaración policial a la víctima, a la que vio “muy afectada”, ha certificado que su denuncia de lo ocurrido quedó “corroborada completamente” con las imágenes de las cámaras de la discoteca, que registraron los momentos previos y posteriores a que ambos entraran en el baño de un reservado de la discoteca Sutton de Barcelona.

Otra agente de la Unidad Central contras las Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos ha testificado que en un primer momento intentaron tranquilizar a la víctima antes de su declaración policial, pero que cuando la chica llegó al momento de explicar la agresión sexual “se derrumbó un poco”.

Fueron los agentes de los Mossos quienes le comentaron el escenario que se abría si denunciaba o si no lo hacía, ya que el temor de la víctima era que se divulgara su nombre o que no la creyeran, ya que el acusado era una “persona conocida”, por lo que se sentía “impotente”.

La víctima estaba en “shock” y no paraba de llorar

Los agentes que atendieron a la víctima en la discoteca han relatado que la joven estaba en “shock” y que no paraba de llorar, por lo que la tuvieron que calmar, ya que apenas era capaz de articular palabra.

A los dos agentes que la atendieron en la discoteca Sutton la víctima les dijo que “no quería dinero, solo justicia”.

Además, a uno de los primeros agentes que la atendieron, le confesó que se sentía “culpable” por lo que había pasado con Dani Alves, aunque los Mossos, han explicado, le hicieron entender que la víctima era ella.

Otra de las agentes que ha declarado es la responsable de la UCAS, que fue la que se encargó de coordinar la detención de Alves en el despacho de su abogada en Barcelona, adonde el futbolista viajó desde México, país al que había regresado tras los hechos porque entonces jugaba con los Pumas de la UNAM.

Según ha explicado, se llegó a un acuerdo con la abogada del deportista para evitar una detención en el espacio público, con el fin de proteger la identidad de Dani Alves, puesto que eran conscientes de su relevancia “mediática”.

Un relato que ha corroborado uno de los mossos d’esquadra que practicó la detención del acusado, quien ha explicado que ese tipo de arresto discreto fue decisión de sus “jefes”.

“Ha sido él”

La joven señaló a Dani Alves ante el director del local y ante sus amigas cuando el futbolista pasó a su lado al salir del recinto: “Ha sido él”.

El director de la discoteca, que ha explicado que Alves era un cliente habitual del local, ha detallado que se enteró de lo ocurrido al ver a la chica llorar, por lo que se acercó a ella y a sus dos amigas: “Costó muchísimo que nos dijera lo que había pasado”, ha precisado.

Cuando este hombre estaba hablando con las tres jóvenes, Alves pasó por delante suyo, caminando recto, sin despedirse, para salir de la discoteca, momento en el que la víctima les dijo que “había sido él”, ha relatado.

El consumo de alcohol, atenuante para Dani Alves

Según el responsable de Sutton, la joven estaba “bastante alterada” y repetía que se quería ir a casa y, ante su insistencia para saber lo ocurrido, finalmente les dijo que había sido víctima de una agresión sexual.

“Me dijo que no la iban a creer”, ha recordado el testigo, que también ha precisado que la joven comentó que había entrado de forma voluntaria al baño donde se produjo la violación pero que una vez dentro quiso salir y “no pudo”.

Este testigo también ha indicado que Alves era un cliente habitual de la discoteca y ha desvelado que, en su opinión, esa noche el futbolista “no estaba como siempre” ya que cree que “o había bebido o se tomó algo, no actuaba como siempre”, tras lo cual la defensa, que plantea como atenuante el consumo de alcohol para rebajar una eventual condena, ha optado por no hacerle ninguna pregunta.

La esposa y los amigos de Alves tratan de sostener como atenuante que iba borracho

Joana Sanz, esposa del futbolista Dani Alves, y tres amigos con quienes estuvo de fiesta el 30 de diciembre de 2022 han avalado ante el tribunal su versión de que estaba borracho la noche en que una joven lo acusa de violarla, una circunstancia que su defensa esgrime como atenuante.

La modelo tinerfeña, que está casada desde 2017 con Dani Alves, ha declarado como testigo, a petición de la defensa del futbolista, en el juicio por agresión sexual que se celebra contra él en la Audiencia de Barcelona, en el que la Fiscalía le pide nueve años de cárcel y doce la acusación particular ejercida por la víctima.

La testigo, que en marzo del año pasado sugirió en Instagram que iba a poner fin a su relación con Alves pero hoy ha recalcado que “legalmente” no se ha divorciado, ha declarado bajo la advertencia del tribunal de que, por su relación de parentesco con el acusado, está excusada de testificar en su contra, pero sigue teniendo la obligación de decir la verdad.

Otro de los testigos cuya declaración ha tratado de apuntalar la atenuante de embriaguez de Alves ha sido Bruno, un chef brasileño amigo del futbolista que le acompañaba la noche de Sutton y que también fue con su abogada al juzgado cuando fue detenido, hasta el punto de que estaba presente cuando les entregaron los informes policiales que le involucraban en la violación.

El testigo ha explicado ante el tribunal que el día de los hechos estuvo almorzando y cenando con Alves en un restaurante, donde el futbolista fue “el que más bebió” -una botella y media de vino y dos whiskys, en concreto-, tras lo que se fueron de copas a un local antes de dirigirse a Sutton.

EFE

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